martes, 2 de julio de 2013

Metamorfosis humana

María Rebeca Hernández


Un pequeño acercamiento al mundo teatral desde una perspectiva distinta es lo que como lector vas a encontrar, esta es la historia de un performance teatral que trata el tema del maltrato y la identidad sexual





Son las 11 de la noche, un poco más tarde, o un poco más temprano y en Facebook aparece un estado parecido a la primera página de Aura de Carlos Fuentes. Un diseñador de modas solicita a una persona con mi exacto perfil, así que decido ofrecerme voluntaria y esperar que la suerte decida.

Pocos minutos después comienzo a recibir preguntas para comprobar que encajo en el perfil que desean. Lo hago. Jorge Koubbe, el dueño del muro de Facebook donde comenté me explica un poco la idea que tiene en mente. Se trata de un performance sobre la identidad sexual y lo transgresora que puede ser la sociedad. Me encanta y es como si en ese momento firmara mi contrato de participación.

La vida de un actor jamás tiene espacios en los que decir “tengo tiempo libre”, así que estoy una y otra vez diciéndole a Jorge que estoy muy ocupada para reunirme con él. Me temo que estar actuando me impida actuar en otro lugar, así que por un largo tiempo me olvido de aquella idea que tanto me entusiasmaba: la combinación del teatro y el modelaje (el perfil perfecto en el que encajaba). Respiro y me dedico a mis tantas otras cosas, no “tengo tiempo libre” para lamentarme.

Un día cualquiera tengo una llamada perdida de Jorge Koubbe, cuando la veo han pasado al menos cuatro horas desde que llamó. Estaba en función de teatro. Pasan los días hasta que nos volvemos a poner en contacto. Ahora todo es real, necesita que nos reunamos y me ha mandado una propuesta a mi correo electrónico.

La historia a representar trata sobre dos jóvenes con rasgos fuertes o débiles, que no permiten identificar con claridad cuál es el hombre y cuál la mujer. Estos personajes serás transgredidos a través de cambios de vestuario y por la audiencia misma, para representar la metamorfosis que están sufriendo para encontrar la persona que verdaderamente son. Al leer la historia me siento más comprometida con el proyecto.

El sábado a las 10 de la mañana estoy en la estación Plaza Venezuela, voy tarde a mi reunión con Jorge y Carlos Quispe, a quien conoceré ese día. Él es quien se encarga de mi vestuario, mientras Jorge lo hace del hombre. Llego 20 minutos tarde al encuentro, pero aún el primero de ellos tarda un poco más.
Converso con Carlos sobre la propuesta, hasta que llega Jorge. Me enteró en el medio de la conversación de que estaré rodeada de un equipo con el que ya he trabajado y conozco su talento actoral, Isaac PS de Castro será el personaje masculino (si es que podemos llamarle así para el caso de la historia) que me acompañara. Recuerdo de él, ser la primera persona con la que me tocó hacer contacto en el grupo de teatro al que pertenecemos.

Los tres hablamos un poco sobre cómo vemos la puesta en escena, lo corpóreo, lo dramático y la metamorfosis. Poco a poco entiendo que la metamorfosis es nuestra también, que cada trabajo que uno realiza te cambia para siempre e inevitablemente. Estamos dispuestos a ello.

En la plaza Los Palos Grandes no prestan el baño, así que decidimos probar suerte en la Sala Cabrujas para poder probarme el vestuario. La amabilidad del señor Iván Oropeza borra la carencia de ella en la Biblioteca Los Palos Grandes. Lo logramos. 

Carlos saca entonces un vestido blanca que asemeja a una mariposa que ha salido de su capullo, y cuando la tela se desliza por mi cuerpo, sé que en él encontraré toda la inspiración que necesite para el trabajo teatral. Todo va a salir bien.

Nos despedimos, no sin antes saber que el resultado será hermoso solo por haber conversado un rato. Pienso de nuevo en la metamorfosis, en cómo todo simple hecho nos cambia. Esto no pasaría si no hubiese conocido a Jorge, a quien conocí por trabajar en un programa de televisión, que no tendría de no haber sido por un excelente profesor que me motivó, y otra serie de pequeños factores que no vale la pena mencionar. Cuando me cuenta cómo llegó a Isaac –no a través de mí– me doy cuenta de lo cierta que es la ley de los seis grados de separación y de lo mucho que la desaprovechamos.
Me entrego entonces a esta metamorfosis que ha de culminar (o empezar) este sábado 6 de julio en la Sala Cabrujas, dentro de un evento sobre el VIH, la identidad sexual y sobre todo, de encuentro para personas con esta condición.






lunes, 1 de julio de 2013

"Burlesque" llega al Teatro Santa Fe

María Rebeca Hernández

Un bar que te abre las puertas”: el musical hollywodense llegará a las tablas venezolanas por primera vez
La Academia 4 Escenas Musicales presentará “Burlesque”, obra teatral basada en la película del director Steve Antin, por primera vez en Venezuela. La temporada estrenará el 16 de agosto en el Teatro Santa Fe y sus realizadores tienen altas expectativas de audiencia, ya que estarán en cartelera tres meses.

Jessica Valbuena, quien interpreta a Nikki, la antagonista de la historia, cree que el reto al montar este musical son las coreografías, pues la historia está hilada a ellas. Particularmente, su personaje, es una bailarina profesional y la audiencia debe creer que eso es así. El personaje de Nikki es interpretado por Kristen Bell en la versión de Hollywood.

Los ensayos han sido continuos y sin descanso desde hace dos meses, pues pretenden mantenerse lo más apegados posible a la película, incluso con respecto a vestuarios y escenografía.

Esta iniciativa surge para entregar al público uno de los productos que más disfrutan: los musicales de cabaret “con ese toque sexy que tanto llama la atención al público” dice. Eligen “Burlesque” porque entre este género, es, tal vez, una de las menos populares, comparadas con “Chicago” o “Cabaret”, (ambas traídas a Venezuela por Mimí Lazo y Luis Fernández).

Valbuena explica el reto que asumen al ser los primeros en traer esta historia a las tablas. Este musical tiene la característica de no haber sido presentado en Broadway, aún. Esto implicó para ellos un trabajo de elaboración de guion y traducción al lenguaje teatral.

4 Escenas Musicales, dirigido por José Arceo, reestrenará el 20 de julio “Las tres pruebas de Hércules” en el Teatro Santa Fe, tras una temporada en Escena 8.

La Virgen Roja: Simone Weil fue representada en las tablas

Ana Gabriela Páez

La pieza, escrita y dirigida por Virginia Aponte y protagonizada por Raquel Cartaya, representa la conclusión del proyecto “Pensar con el corazón” de la directora, el cual comprende las piezas Edith Stein: El Regreso (2010) y Solo sé de mí (2012)

La pieza relata la vida de Simone Weil, filósofa y mística francesa que tuvo cierto activismo político con los obreros en la primera mitad del siglo XX; se hace una aproximación desde el punto de vista de dos psicólogos, representados por Pablo Rincón e Irais Souto.

Virginia Aponte, creadora y directora de la trilogía “Pensar con el Corazón”, afirmó en una entrevista realizada por el periodista y escritor E.A. Moreno Uribe, que “a través de esta trilogía exploramos la vida de Edith, Hannah Arendt y Simone Weil. Grandes pensadoras de origen judío quienes dieron una visión única sobre el siglo XX, época marcada por odios y conflictos, pero también de luz”.

La pieza consta de textos complejos que, al ser escuchados con atención, instan a la reflexión sobre la vida religiosa y el vivir bajo diversas premisas morales sin estar directamente ligados a una iglesia o religión. La vida de Simone Weil, quien fuera una mujer enfermiza  y estudiosa que se inmoló a ser una “Esclava de Dios”, sirve de hito para el análisis y la reflexión filosófica.

“Simone Weil fue uno de los papeles más difíciles que he interpretado a nivel de complejidad del personaje” dijo Raquel Cartaya, actriz que encarnó a Weil, “Fue una mujer que se entregó a su fe de una manera increíble, consagró su vida a favor de los pobres y, a mí me parecer, que eso es algo que no muchos harían, ni en aquel tiempo, ni ahora”, dijo.

Aponte considera este un montaje muy impotante, pues refleja la bondad de una persona sin mirar a quién, expresa que no se trata solo de su vocación religiosa, sino del ser humano en sí: "Es la palabra de Simone la que nos compromete de una manera tan plena, ella no permite la smedias tintas".

La pieza es un diálogo entre los dos psicólogos que atendieron y estudiaron el caso de Simone Weil, una de ellas fue la hija de Sigmund Freud, Anna Freud, interrumpido, al principio, por breves frases de Simone mientras narran su vida. Cuando entra en el giro de su hallazgo místico la mayoría de los textos pasan a ser reflexiones de la filósofa francesa. La obra se basa también en un juego de luces que dan vida a los personajes, así como sonidos que marcan ciertos aspectos de la pieza; por ejemplo: Simone sufría de fuertes episodios de migrañas que la afectaban tremendamente, cuando uno de estos episodios se hacia presente en la piezas había un sonido de campanas estridente.


Esta obra ha tenido varias presentaciones, la más reciente fue en la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela “Lorenzo A. Mendoza Quintero”  el día del teatro (28 de junio de 2013).

Educar a través del teatro

Ana Gabriela Páez

Enseñar ha sido, desde que el ser humano estableció las bases de la sociedad, una de las cosas más importantes y complejas. Educar a la juventud se ha convertido en una necesidad; los valores perdidos, las buenas costumbres extraviadas y la educación desaparecida confluyen para que la carrera por educar se convierta en un laberinto. De esta necesidad surgen herramientas que, como las alas de Ícaro, nos permiten abandonar el laberinto y, de forma utópica, aclarar el panorama.




La primera sorpresa: “¡Son adolescentes!”, dijo, con cierto miedo, nuestra coordinadora. Se refería a la edad en que se encontraban los supuestos niños de San Agustín del Sur a quienes iba dirigido nuestro taller de teatro como herramienta educativa. Nos sentamos, los ocho facilitadores, y conversamos sobre las problemáticas que podrían relacionarse con estos jóvenes. El temor que cada uno sentía en silencio iba creciendo.

Nuestro taller comenzó con cerca de veinte jóvenes de segundo y tercer año de bachillerato; algunos nos veían como si creyesen que estábamos locos, otros nos veían con cierto asombro y al resto, simplemente, no le interesaba vernos. Cuando llegamos a la cuarta sesión de taller, que llevábamos a cabo los viernes de diez a once y media de la mañana, solo seguían con nosotros cuatro de la veintena de jóvenes que estaban inscritos. Menos de un cuarto del grupo inicial seguía allí, presentes y dispuestos durante una hora y media cada semana.

Finalmente la curiosidad pudo más que el disimulo y me atreví a preguntarle a una de las chicas que seguían con nosotros el porqué de las ausencias. La respuesta de la niña confirmó mi teoría: “Ay, profe”, me dijo un poco apenada por sus compañeros de clases: “Ellos los viernes prefieren escaparse a otros colegios a buscar mujeres”. La palabra mujeres se repetía en mi cabeza; nunca, a los catorce años me consideré mujer, aún sentía que era una niña. La miré intentando ser neutral. Ella prosiguió, “tienen amigos que los vienen a buscar en sus motos y los llevan a los otros liceos, y las hembras que no están es porque las vienen a buscar sus novios y también se van”.  Respiré profundo y le agradecí que ella prefiriese quedarse.

Allí estábamos, ocho voluntarios dispuestos a cambiar una realidad, a educar a través de algo que nos apasiona, a dar todo lo que pudiésemos ofrecer para ayudar a los jóvenes de una de las zonas más peligrosas de Caracas; sin embargo, ¿Cómo ayudar a quien no tiene conciencia de que necesita ser ayudado? ¿Cómo la educación compite con el libertinaje? No nos quedaba más que respirar profundo y seguir trabajando con los cuatro chicos, dos niños y dos niñas, que continuaban en el taller.

Nuestra actividad consta de diferentes sesiones de contenidos prácticos que hacen sinergia entre sí para producir, al final, una obra de teatro; también se basa en un valor, premisa educativa o cualquier otro tema que ayude a ofrecer a los participantes otra perspectiva sobre la vida y su futuro. En esta oportunidad la temática era cómo salir de la burbuja en la que vivimos e involucrar al otro en mi vida. Tras dos sesiones de propuestas, los cuatro chicos decidieron interpretar Pic-Nic de Fernando Arrabal.

Pic-Nic es una obra del teatro del absurdo donde se narra la historia de Zapo y Zepo, dos soldados enemigos en la Guerra Civil Española cuyas historias confluyen cuando Zepo entra a la trinchera donde se encuentra Zapo visitado, de manera absurda, por sus padres, quienes hacen un picnic dominical; Zepo es sometido y atado. Los personajes comienzan a conocerse y se dan cuenta de que tienen más similitudes que diferencias y, lo más importante, ninguno quiere estar en la guerra.



Tanto los chicos como nosotros trabajamos muy duro, ya que un mes y medio es poco tiempo para montar una obra de teatro. Cuando finalmente llegó el día de la presentación todos estábamos muy nerviosos; esperábamos que toda la dedicación y el esfuerzo diera los frutos deseados. “¡Qué nervios! Ya sé cómo se sienten las mamás cuando ven los actos de sus hijos en la escuela” dijo Verónica, nuestra coordinadora, riendo.

La presentación fue hermosa, los chicos actuaron muy bien frente al público―compuesto por cerca de cien niños y maestros del colegio―que aplaudió contento el logro de una docena de sesiones de trabajo arduo y constancia.

Al finalizar hicimos una pequeña reunión en la que estábamos los facilitadores, nuestra coordinadora, el coordinador regional de la fundación y otros voluntarios que laboran en el colegio. Luego de felicitarnos entre todos, una de las chicas voluntarias nos dijo lo acertada que fue la elección de la obra, ya que en el sector hay dos bandas enfrentadas y en el colegio suelen converger familiares de los miembros de las agrupaciones delictivas. “Hay niños que no pueden ser amigos porque sus primos están enfrentados, ninguno de los pequeños sabe el porqué de su enemistad, y al final no deberían verse afectados”.


Al echar la vista a atrás, me di cuenta de muchas cosas; si bien un grupo de ocho actores y actrices de teatro no pueden salvar el mundo, la semilla que dejamos sembrada en esos cuatro muchachos que siguieron con nosotros el camino delineado por el teatro y las enseñanzas que da este arte, es una huella que ellos mismos podrán difundir. Plantar una flor de esperanza en un campo minado por el miedo y la injusticia puede que resulte en un cambio que, un pequeño grupo de voluntarios empezó con fe y una gran pasión.

Festival FILA premia al teatro universitario

Ana Gabriela Páez

Seis agrupaciones se presentaron en el marco del Festival FILA U para presentar sus piezas, cuya variedad de géneros va desde dramas hasta obras infantiles



Los participantes del festival son jóvenes de agrupaciones teatrales universitarias que mostraron su talento ante el público y jueves del Festival Imaginario de las Artes en su versión universitaria, esto en una única presentación entre el 18 y el 27 de junio y, finalmente, la premiación será el miércoles 3 de junio en la nueva sala de Teatrex El Bosque.

Las agrupaciones universitarias UCV, UDO, USB, Teatro UCAB, Casisiaco y Teatro Nueva Era concurrieron en la convocatoria realizada por el festival presentado por Maltín Polar, Club Social, así como también Kepen, La Mega Estación, Revista Ojo, Fotónica, Cultura Chacao, Alcaldía de Sucre, Centro Cultural B.O.D.-Corpbanca, Escena8, Urban Cuplé y Teatrex.

Wendy Racines, actriz participante, dijo con respecto a la experiencia de presentarse en un festival: “La experiencia en el FILA fue titánica. Nuestro grupo presentó dos piezas y en ambas debíamos prever diferencias técnicas como el espacio y las luces. Teníamos miedo y grandes y diversas expectativas porque íbamos a actuar en un festival, en un concurso… Más, honestamente, era otra función igual de importante que cada una de las que ya habíamos hecho. Sabíamos que la asistencia iba a ser mínima así que nos armamos simplemente para disfrutar la función sin reparar en cambios de última hora o la diferencia de tecnologías entre nuestro teatro y la sala de Teatrex.”

Con respecto a la organización del concurso, Racines dijo: “Fue chévere participar en el festival FILA U, ojalá se siga haciendo, con una mayor organización, difusión y convocatoria… Y, quizás, precios más económicos (risas)”.


La entrada a cada una de las seis funciones tuvo un valor de 165 bolívares. El Festival Imaginario de las Artes en su versión universitaria también arropaba otras diferentes manifestaciones artísticas como diseño gráfico, industrial y diseño de modas, fotografía y creaciones audiovisuales. Esta es la primera edición universitaria; sin embargo, ya se había realizado tres ediciones intercolegiales anteriormente, en las cuales se premia: video, teatro, fotografía digital, graffiti y música.

“La República de Caín” se presenta por primera vez en la historia

María Rebeca Hernández

En el centésimo aniversario de su escritura, la “comedia vil e irrepresentable” de Julio Planchart llega a las tablas, el reto fue asumido por el grupo de teatro de la UCAB





En 1913, Julio Planchart escribió una comedia titulada La República de Caín, y lo calificó como irrepresentable, a pesar de ser una obra de teatro. El grupo de teatro de la Universidad Católica Andrés Bello fue el primero en montar el texto en formato teatral.

Ana O’Callaghan dirigió a un grupo de nuevos actores hacia este reto. La temporada duró cinco días, desde el 25 al 29 de junio. Teatro UCAB siempre se ha caracterizado por representar obras que, de formas distintas, reflejan la realidad actual del país. Un año atrás exactamente habían estrenado la pieza Chantaje, una adaptación musical del texto de Miguel Ángel Asturias que trataba el tema de la corrupción alrededor del petróleo. Este año presentan La República de Caín, una obra que 100 años después de haber sido escrita continúa tan actual como en su momento.

El genio de la pluma de Julio Planchart hizo que la actualidad fuera posible (e indeseable) 100 años después, al usar personajes metafóricos y no colocarle a Caín el nombre de Cipriano Castro, permitiendo que las generaciones asignaran el nombre correspondiente al protagonista de la obra. El Dr. Enrique Planchart, rector de la USB y sobrino del autor, declaró esto en una breve frase: “Me parece impresionante que 100 años después vivamos de nuevo en la república de Caín”.

El rector de la USB afirmó estar gratamente sorprendido con la representación de la pieza y expresó su deseo de que saliera de la UCAB a otros lugares, porque más personas debían presenciarla.

O’Callaghan, autora del montaje, afirmó la importancia de esta obra actualmente. Uno de los elementos claves en la forma en que fue representada la pieza son los carteles que identifican a los actores con el nombre del personaje; esto le permitió que al final de la pieza todos pudieran unirse con sus carteles en blanco al texto del personaje llamado El Joven: “Caín no es inmortal”. “Todos son El Joven”, afirmó la directora, refiriéndose al grupo de actores; la mayoría de ellos se montaban sobre las tablas por primera o segunda vez.
                              

La comedia metaforiza al entonces gobernante, Juan Vicente Gómez y a Cipriano Castro; a través de figuras bíblicas como Caín y Caifás, griegas como Pericles, y de otras mitologías e historias. Trata así el tema de la tiranía a la que Las Islas Mermadas se han visto sujetas desde hace 100 años.

La obra tiene como primer punto de giro la elección del jefe civil, puesto para el que se postulan tres candidatos: Estamión, un militar flojo, cuyos méritos se resumen en cuánto puede comer; Ananías, un intelectual sin idea alguna de cómo gobernar un país y Pericles, el representante del ideal democrático que carece de seguidores en su pueblo. A ellos se une Caín, junto a su secretario Esaú, dos tiranos que carecen de virtudes, a los que el pueblo rápidamente elige tras un discurso populista.

El arte tiene alojamiento en Caracas

Ana Gabriela Páez

Espacios como el Centro de Arte Los Galpones, el Centro Cultural Chacao y la recien estrenada "Caja de Fósforos", una sala de teatro experimental, son contenedores de la cultura capitalina. Macbeth, Gego: Bichitos y tejeduras y Un Enemigo del Pueblo de Henrik Ibsen tienen algo en común:  Son manifestaciones artísticas que encontraron su lugar en Caracas



La Caja de Fósforos, una sala de teatro experimental emplazado en la concha acústica de Bello Monte e inaugurada por el alcalde Gerardo Blyde el pasado mes de mayo, sirve como lugar donde confluyen el arte teatral y la sociedad caraqueña. Esta sala está ubicada al final de la avenida Caurimare, con calle Chaure.

Macbeth fue la pieza escogida para la inauguración de este espacio dispuesto por la alcaldía de Baruta. Este espacio fue motivo de disputa en 2011, cuando el Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi) anunció que pretendía no renovar el contrato de comodato a la alcaldía y solicitó al alcalde Blyde el abandono del espacio cultural. 

A causa de esta decisión por parte del Inavi se efectuó un cabildo abierto entre los vecinos de la zona en cuestión, el cual falló a favor de la conservación del espacio por parte de la alcaldía de Baruta y asomó la posibilidad de que esta decisión tenga un trasfondo político. Por su parte, el consejal oficialista Alexander Nebreda negó esta insinuación y declaró: "Esto no se va a demoler. Su uso será cultural"

A su vez, el ente municipal comenzó una serie de programas culturales y reformas al lugar, el cual había sido dejado de lado por todas las instancias encargadas de la cultura. Solo algunos grupos organizaban pequeñas actividades en esta obra de la arquitectura de mediados del siglo XX; esto causó un debacle en el mantenimiento de la estructura y otras problemáticas, como la inseguridad, que afectan a la comunidad aledaña y toda la sociedad baruteña.

Adriana López, vecina del sector, dijo sobre el cambio situacional de la zona: “El sitio es utilizado para hacer deportes, la gente sale a trotar en los alrededores de la concha acústica y allí en el escenario, generalmente, organizan conciertos y practican orquestas. El rescate de la cultura es un tema que alegra mucho, porque el espacio y la comunidad da para más”.

La Caja de fósforos es un lugar para la experimentación artística y la pedagogía. Allí se representan piezas de teatro, entre las que se cuentan Macbeth, de Shakespeare, Saverio, el Cruel de Roberto Arlt, Agreste de Newton Moreno, Celebración de David Eldridge y El pie de la Virgen de Andrés Eloy Blanco; lecturas dramatizadas y talleres de iniciación teatral. 

César Miguel Rondón presenta “En la vida hay amores”

María Rebeca Hernández

Tras cinco funciones agotadas, el concepto del teatro a boleros vuelve al Centro Cultural B.O.D Corp Banca este 12 y 13 de julio

César Miguel Rondón, periodista y escritor, se lanza al teatro con la puesta en escena de “En la vida hay amores”, un montaje en un formato de su autoría donde los boleros son los encargados de relatar la historia de una pareja, acompañada por breves interrupciones de su persona para llenar los vacíos.

Todo comienza con un monólogo del guionista, quien explica al público un poco sobre el bolero, y por qué es el protagonista de ese día. La historia comienza en una cama “que tiene una particularidad, esta cama está incompleta” y va siendo narrada en las voces de los cantantes. La pareja es interpretada por Betzaida Machado y Andrés Barrios, quienes no dicen una palabra que no sea parte de la canción, lo cual adelanta Rondón al principio del montaje diciendo que de esta historia, él no ha escrito una palabra.

Floralicia Anzola, quien es productora general de la puesta en escena, aparte de “la inspiración” para la pieza, declara que esta idea surgió durante el pasado Paseo de Los Palos Grandes, a donde César Miguel Rondón llevó una propuesta de boleros a un público que, por error, esperaba escuchar rock, por lo que tuvo que transformar rápidamente aquello en una historia para captar la atención del público juvenil. La respuesta fue excelente; aún así, él mismo dice que es un evento para un público experimentado, con un poco de picardía hace que el público asuma que está allí porque el título es plural y no habla de un solo amor en la vida.

Rondón afirma que la idea de contar una historia a través de boleros la ha tenido por mucho tiempo. Su inspiración viene de “haber oído mucho bolero en la vida y haber sufrido”. Decidió concretar su pieza en el Centro Cultural B.O.D Corp Banca, para lo cual llamó a Juan Suki, para que dirigiera la puesta en escena, que es totalmente llevada por los dos cantantes; cuentan también con los músicos: Diego –el negro– Álvarez, Carlos Rodríguez y Gustavo Caruci, bajo la dirección de Miguel Delgado Estévez y cuatro figurantes, encargados de cambiar el escenario y recrear ciertas imágenes necesarias durante la historia.
A pesar de la historia de amor, Rondón no deja de lado la realidad del país y añade un poco de humor político.

“En la vida hay amores” volverá a presentarse en Caracas el 12 y 13 de julio, tras haber agotado todas las funciones. Yuribia Cedeño expresó con entusiasmo: “Se esperaba un éxito, como todo lo que hace César (Miguel Rondón), pero no se esperaba tanto”. Así mismo dijo que estarán en Valencia el 16 de agosto y que otras ciudades están por confirmarse.